Más del 90 % de los jardines tanto públicos como privados
donde hemos realizado trabajos aquí en Madrid tienen el mismo problema: Gastan demasiada agua.
Este mal uso del agua
genera un problema económico porque aumenta la factura que pagamos
innecesariamente, y un problema para las
propias plantas de nuestro jardín porque creamos unas condiciones favorables para que se
desarrollen plagas y enfermedades que en condiciones normales no se desarrollan
en nuestro clima.
Para evitar este gasto innecesario es fundamental tener
una instalación
de riego que sea la apropiada y este en
buenas condiciones, que no tenga
fugas de agua porque en un jardín la
fugas de agua se detecta normalmente muy tarde, cuando el gasto y el daño
causado han sido muy grande.
También es muy importante regar cada zona del jardín solo el tiempo necesario para cubrir las
necesidades de esas plantas, porque todo
el exceso de agua que aportamos al suelo una vez este se encuentra en su
capacidad máxima, se pierde y no es aprovechado por las raíces de las plantas.
Una manera muy fácil de aportar solo el agua necesaria a
nuestro jardín es la utilización de Sensores Meteorológicos, que
básicamente son dispositivos de pequeño tamaño que colocados en nuestro jardín
registran los valores de lluvia, viento, sol etc y en base a estos datos
recogidos diariamente, hacen que automáticamente el riego se active o no, así
por ejemplo cuando llueve un día en Madrid el riego queda detenido de forma
automática.
